Tras el asesinato del policía municipal Vidal Brígido Guzmán en un retén el 14 de septiembre, el alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, emitió un...
Tras el asesinato del policía municipal Vidal Brígido Guzmán en un retén el 14 de septiembre, el alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, emitió un ultimátum que sacudió el panorama político local. En declaraciones públicas, advirtió que si no hay justicia ni atención por parte del Gobierno Federal, “el pueblo hará justicia por su propia mano”. Añadió con contundencia: “Si va a haber muertos, también va a haber muertos de la delincuencia… no solamente del pueblo, porque no nos vamos a dejar”.
Manzo suspendió las celebraciones patrias y clausuró temporalmente las obras del teleférico como medida de presión, condicionando su reanudación a la captura de los responsables y a la implementación de un plan emergente de seguridad con los tres órdenes de gobierno. Dos días antes, el edil solicitó apoyo urgente a la presidenta Claudia Sheinbaum, afirmando que “la intervención del Gobierno Federal no puede esperar más”.
El mensaje del alcalde refleja una creciente desesperación ante la impunidad y la violencia en el municipio, y plantea un desafío directo a las autoridades federales para actuar con firmeza. Mientras tanto, desde Morena, el dirigente estatal Jesús Mora llamó a la mesura, subrayando que el Estado ya atiende las demandas del edil y que las obras no pueden ser suspendidas arbitrariamente.
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