Durante la visita de Estado del presidente Donald Trump al Reino Unido, el rey Carlos III ofreció un banquete en el castillo de Windsor que ...
Durante la visita de Estado del presidente Donald Trump al Reino Unido, el rey Carlos III ofreció un banquete en el castillo de Windsor que combinó sofisticación culinaria con guiños simbólicos a la trayectoria del mandatario. El menú incluyó pollo ecológico de Norfolk envuelto en calabacitas, helado de vainilla con sorbete de frambuesa de Kent y ciruelas escalfadas, además de una selección de bebidas de altísimo valor histórico y económico.
Entre las más destacadas se sirvió un whisky Bowmore Queen’s Cask 1980, valorado en más de 1.35 millones de pesos mexicanos, originalmente embotellado para el Jubileo de Oro de la reina Isabel II. También se ofreció un Oporto Vintage Warre’s de 1945, en alusión al número presidencial de Trump, y un coñac Hennessy 1912 Grande Champagne, año de nacimiento de su madre. Aunque Trump no consume alcohol, el brindis fue acompañado por su habitual Diet Coke.
La ambientación incluyó flores de los jardines reales y música seleccionada especialmente para el presidente, como el aria “Nessun dorma” y piezas de James Bond, interpretadas por la orquesta del Duque de Edimburgo y gaiteros escoceses. El evento reflejó una mezcla de diplomacia, opulencia y narrativa simbólica cuidadosamente diseñada.
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