Las redadas militarizadas contra inmigrantes indocumentados en Los Ángeles, ordenadas por la Casa Blanca, han generado protestas en todo e...
Las redadas militarizadas contra inmigrantes indocumentados en Los Ángeles, ordenadas por la Casa Blanca, han generado protestas en todo el país. El presidente Donald Trump anunció que estas acciones se extenderán a nivel nacional, justificando el despliegue de tropas y el uso de la fuerza para contener las manifestaciones.
La medida surge tras el fracaso del gobierno en deportar criminales extranjeros y la presión de su asesor Stephen Miller para intensificar los operativos. ICE ha enfocado las detenciones en zonas de trabajo y comercio, estableciendo una cuota de 3,000 arrestos diarios.
Las protestas en Los Ángeles han sido mayormente pacíficas, pero Trump ha calificado a los manifestantes como “gente peligrosa” y amenazó con mayor despliegue militar si continúan los disturbios. El gobernador de California, Gavin Newsom, denunció la militarización como ilegal y comparó los actos del presidente con los de un dictador.
Mientras, los costos del operativo superan los 134 millones de dólares, y la oposición crece entre legisladores y sectores sociales. Una encuesta de CBS News reveló que si bien el 53 % de la población apoya la deportación de criminales, la aprobación cae drásticamente cuando se trata de inmigrantes sin delitos.
Ante la crisis, la alcaldesa Karen Bass decretó un toque de queda en partes de la ciudad para frenar saqueos y vandalismo, mientras las manifestaciones en solidaridad con los inmigrantes continúan en diversas ciudades del país.
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