En las primeras horas del sábado, fuerzas de seguridad iraquíes fueron desplegadas en los alrededores de la embajada de Estados Unidos en Ba...
En las primeras horas del sábado, fuerzas de seguridad iraquíes fueron desplegadas en los alrededores de la embajada de Estados Unidos en Bagdad, en una medida preventiva ante posibles ataques por parte de milicias proiraníes. El despliegue ocurre tras el reciente bombardeo estadounidense a tres instalaciones nucleares en Irán, lo que ha elevado la tensión en toda la región, según reportó *The Washington Post*.
Un funcionario del Servicio Antiterrorista de Irak, que solicitó el anonimato por no estar autorizado a hablar con la prensa, confirmó el despliegue y señaló que el gobierno iraquí está “seriamente preocupado” por posibles represalias de grupos armados alineados con Teherán.
El presidente Donald Trump anunció el sábado que aviones de guerra estadounidenses llevaron a cabo un ataque “exitoso” contra los sitios nucleares de Fordow, Natanz e Isfahán. Según afirmó en su red social Truth Social, “una carga completa de bombas fue lanzada sobre el sitio principal, Fordow” y todas las aeronaves regresaron “sanas y salvas”. Trump calificó la operación como un “momento histórico” y señaló que Irán debe ahora “aceptar poner fin a esta guerra”.
El ministro de Defensa iraní, Aziz Nasirzadeh, advirtió que “todas las bases estadounidenses están a nuestro alcance y las atacaremos con valentía” si se intensifica el conflicto. Esta amenaza ha puesto en alerta a las tropas estadounidenses desplegadas en Irak, Siria y otros puntos estratégicos del Golfo.
El despliegue en Bagdad refleja el temor de que Irak, históricamente atrapado entre las tensiones de Washington y Teherán, vuelva a convertirse en escenario de enfrentamientos indirectos. En el pasado, milicias respaldadas por Irán han atacado instalaciones diplomáticas y militares estadounidenses en territorio iraquí.
Mientras tanto, la comunidad internacional observa con preocupación el deterioro de la seguridad en Medio Oriente. La Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA) confirmó que uno de los sitios atacados, Isfahán, no contenía material nuclear activo, lo que reduce el riesgo de contaminación, pero no el de una escalada militar.
La situación sigue siendo volátil. Trump tiene previsto dirigirse a la nación en las próximas horas, mientras que en Bagdad, la tensión se palpa en el aire.
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