A partir del 30 de junio, Estados Unidos dejará de distribuir información proveniente del Programa de Satélites Meteorológicos de Defensa,...
A partir del 30 de junio, Estados Unidos dejará de distribuir información proveniente del Programa de Satélites Meteorológicos de Defensa, herramienta crucial para prever la intensificación rápida de huracanes. Esta decisión, tomada por la Marina y la NOAA, coincide con el inicio de una temporada ciclónica que se anticipa especialmente activa. Los satélites militares, operativos desde 1962, permitían observar la estructura interna de las tormentas, algo que otros sistemas no logran con la misma precisión. Su retiro genera incertidumbre sobre la capacidad de los meteorólogos para emitir alertas tempranas, especialmente en regiones vulnerables como las costas mexicanas.
Aunque la NOAA asegura contar con un “robusto conjunto de herramientas” para mantener la calidad de sus pronósticos, expertos advierten que ninguna fuente actual puede sustituir completamente los sensores retirados. James Franklin, expronosticador del Centro Nacional de Huracanes, señaló que la pérdida de estos datos afectará negativamente la capacidad de detectar procesos internos como el reemplazo de la pared del ojo, clave para anticipar cambios en la intensidad de los ciclones. La medida podría retrasar los pronósticos y aumentar el riesgo para comunidades costeras ante fenómenos meteorológicos cada vez más extremos.
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