Un hombre acusado ya formalmente de intentar atentar contra la vida del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, la vicepresidenta, Kamala...
Un hombre acusado ya formalmente de intentar atentar contra la vida del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, la vicepresidenta, Kamala Harris y sus respectivas familias, estrelló un camión de mudanzas contra barreras de protección de la Casa Blanca.
El incidente ocurrido la noche del lunes, que en realidad no puso en riesgo a la vida de los titulares del Poder Ejecutivo, se registró luego de que el sospechoso de manera intencional estrellara en por lo menos dos ocasiones el camión de carga en contra de las barreras de contención
Tras detener al hombre que manejaba el vehículo de carga de la empresa U-Haul, los agentes del Servicio Secreto le encontraron un bandera con la insignia Nazi, cinta adhesiva profesional y una libreta de apuntes que llevaba dentro de una mochila.
El hombre detenido cuya identidad no han revelado las autoridades, llegó presuntamente por la calle H cerca de hotel Hay-Adams y de manera directo intento derribar las barreras de protección con el camión de carga y no logró para inmediatamente ser arrestado.
Las barreras de contención alrededor del parque Lafayette que se encuentra al frente de la Casa Blanca sobre la Avenida Pensilvania, se encuentran a unos 200 metros de distancia del inmueble ejecutivo por lo que el camión de mudanzas nunca estuvo cerca del presunto objetivo.
Oficialmente el sospechoso fue acusado de atentar contra la vida del presidente, vicepresidenta y sus familias, además del delito de secuestro, por lo que inmediatamente fue llevado a prisión mientras el Buró Federal de Investigaciones (FBI) lleva a cabo la pesquisa.
Al principio y tras el incidente, el Servicio Secreto cerró las calles aledañas a la Casa Blanca y al Hay-Adams, por el temor de que el camión de carga llevara explosivos, lo cual fue descartado inmediatamente después de que se inspeccionara el vehículo.
La bandera Nazi localizada en el camión de mudanzas nuevamente elevó los temores en Estados Unidos de que sigue aumentando la proliferación de grupos extremistas que pueden llevar a cabo actos de terrorismo doméstico como el perpetrado el 19 de abril de 1995 en Oklahoma.
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