La administración de Donald Trump ha dado un giro en la política exterior de Estados Unidos al ordenar que sus diplomáticos no emitan opin...
La administración de Donald Trump ha dado un giro en la política exterior de Estados Unidos al ordenar que sus diplomáticos no emitan opiniones sobre la legitimidad de procesos electorales en otros países. Según una nota interna del Departamento de Estado firmada por Marco Rubio consultada por Reuters, solo se comentará sobre elecciones foráneas si existe un interés de política exterior “claro y convincente”, restringiendo incluso publicaciones en redes oficiales. La nueva directriz indica que los mensajes deben abstenerse de juzgar la equidad, integridad o valores democráticos de los comicios, y que cualquier declaración requiere aprobación explícita de Washington. Esta política, que ha sido criticada por aplicar “doble rasero”, busca alinear las acciones diplomáticas con los intereses estratégicos de EE.UU., mientras se mantiene la promoción de sus propios valores democráticos solo cuando otros países compartan esa dirección.
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