A diferencia de los hijos de otros narcotraficantes que han incursionado en el negocio de las drogas, de los descendientes de Rafael Caro Qu...
A diferencia de los hijos de otros narcotraficantes que han incursionado en el negocio de las drogas, de los descendientes de Rafael Caro Quintero, cofundador del Cártel de Guadalajara, poco se sabe. Sin embargo, durante un tiempo su primogénito estuvo bajo los reflectores debido a sus habilidades en la disciplina ecuestre. Se trata da Héctor Rafael Caro Elenes.
A pesar de que tuvo varias parejas sentimentales durante sus años de juventud, los registros apuntan a que el ‘Narco de narcos’ únicamente decidió tener descendientes con una de ellas. De su matrimonio con María Elizabeth Elenes Lerma nacieron cuatro hijos: tres hombres y una mujer.
El 18 de diciembre de 1975, la pareja dio la bienvenida a su primer hijo, Héctor. Su nacimiento se registró en Culiacán, Sinaloa; estado natal del narcotraficante. Los siguientes dos también nacieron en dicha ciudad, mientras que el menor fue dado a luz en Jalisco.
De acuerdo con el Semanario Zeta, mientras Caro Quintero se dedicaba a impulsar al Cártel de Guadalajara junto a los otroras Miguel Ángel Félix Gallardo y Ernesto Fonseca Carrillo, Héctor y sus hermanos crecieron en un fraccionamiento rico, ubicado al poniente de la zona metropolitana de Guadalajara.
Según refirió el periodista Julio Scherer García en su libro Máxima Seguridad, el ‘Narco de narcos’ le reveló en 2001 que Héctor había concluido sus estudios superiores con éxito y logró recibirse en Administración de Empresas. Sin embargo, el capo no especificó en que institución cursó dicha carrera.
La vida deportiva de Héctor Quintero
Pese a haber concluido una licenciatura, Héctor Rafael Caro decidió seguir otros rumbos y probó suerte en la disciplina ecuestre. Fue así como consiguió formar parte del equipo de equitación de Mercedes Benz y participó en distintas competencias; tanto estatales como internacionales.
En 2006, fue participante de los Juegos Centroamericanos y del Caribe, celebrados en Colombia, y regresó a México con una medalla de oro.
Algunos medios locales apuntaron que volvió a ser contemplado para la competencia de Beijing, pero el acervo del Comité Olímpico Mexicano (COM) no tiente registro alguno de su participación, por lo que se presume que sólo acudió como suplente.
Caro Quintero reveló a Scherer en una ocasión que una de sus preocupaciones era que sus hijos fueran hombres de bien, alejados de la vida criminal que lo hicieron conocido a él. También dijo sentirse orgulloso de Héctor, que, pese a su gusto por los deportes, decidió desaparecer de la vista pública poco tiempo después.
La vez que Héctor y su familia fueron investigados por EEUU
En 1985, cuando Héctor tenía 10 años de edad, su padre fue acusado por Estados Unidos de un grave delito: la tortura y asesinato de Enrique ‘Kiki’ Camarena, un agente de la Administración de Control de Drogas (DEA). A partir de entonces, la captura Caro Quintero se volvió una de las prioridades del gobierno estadounidense.
Aunque el capo fue capturado poco después y sentenciado a 40 años de prisión, en agosto de 2013 volvió a ver la luz gracias al fallo de un tribunal de Jalisco. Mientras tanto, sus hijos y esposa eran incluidos a la ‘lista negra’ de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés).
EEUU sostenía que los cuatro hijos de Caro Quintero y María Elizabeth encabezaban una red familiar de lavado de dinero. Las cuentas de todos los integrantes de la familia estuvieron bloqueados por ocho años, hasta que el Departamento de Tesoro finalmente levantó las sanciones en abril de 2021.
Poco más de un año después, el 15 de julio de 2022, Caro Quintero fue capturado por segunda ocasión tras un operativo realizado en Choix, Sinaloa. Ahora permanece recluido en el Centro Federal de Readaptación Social (CEFERESO) No. 1, ‘El Altiplano’, a la espera de su extradición al vecino norte.
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