El domingo 1 de enero se reportó la muerte de un hombre, de 40 años, al que le explotó un cuete en la cara; ahora se sabe que es artefacto s...
El domingo 1 de enero se reportó la muerte de un hombre, de 40 años, al que le explotó un cuete en la cara; ahora se sabe que es artefacto se denomina “cara de diablo” y está prohibido en México.
A las 22:30 horas, el hombre, estaba tronando cuetes en la calle Ignacio Ramírez, en la colonia Día del Maestro, en Reynosa, Tamaulipas, cuando tomó el “cara de diablo” y lo introdujo en un tubo llamado “bazuca”, lo prendió y espero, pero tardó en explotar.
Él y los presentes supusieron que el cohete se había “cebado”, por lo que el hombre se asomó al tubo para ver si era cierto, pero en ese momento el cohete le explotó en la cara, provocándole la muerte instantánea y que la masa encefálica saliera volando al menos a cinco metros de distancia de donde quedó tendido el cuerpo.
La familia llamó a la Cruz Roja. Los paramédicos corroboraron que el hombre había fallecido de manera instantánea.
El director de Protección Civil de Culiacán, Marco Antonio Martínez, dijo que la diferencia de este fuego artificial del resto es que es cuatro veces más potente que la paloma más grande jamás documentada.
Como una muestra a la población de los peligros de comprar un “cara de diablo”, las autoridades grabaron un video de la explosión, cuyo estallido es capaz de causar discapacidad auditiva permanente.
Estos cohetes están prohibidos, pero se venden en puntos específicos clandestinos y en redes sociales como Marketplace de Facebook.
En Tijuana, Baja California, un niño de 12 años murió cuando un cuete cayó en su casa y la incendió, poco antes de Año Nuevo.
El incidente fue reportado a las 23:55 horas del 31 de diciembre, en una casa habitación de la calle San Antonio, de la colonia Vista Encantada.
Los bomberos de Tijuana acudieron al lugar y localizaron al menor de 12 años en la vía pública. Posteriormente fue declarado sin vida por paro cardiorrespiratorio por la inhalación del humo.
Sus familiares y vecinos reportaron que la familia estaba dormida y no se dieron cuenta del momento en el que comenzó el incendio y que el menor se quedó atrapado en la vivienda. Para cuando lo rescataron ya era demasiado tarde.
La semana pasada, en una comunidad de la zona rural de San Andrés Tuxtla, Veracruz, a un niño de 10 años le explotaron unos cuetes en el rostro, porque no logró soltarlo a tiempo después de que lo encendió y sufrió quemaduras graves.
Sus familiares pidieron la intervención de la fundación “Te queremos ayudar” y trasladaron al menor, identificado como Dylan, a la Unidad de Quemados del Puerto de Veracruz.
El 23 de diciembre, en la sindicatura de Villa Unión, Mazatlán, una niña de 11 años, identificada como Dayana “N”, estaban en una cancha deportiva detonando los artefactos de pirotecnia cuando sufrió una grave lesión en la mano y por el impacto perdió un dedo de la mano derecha.
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