El Cuerpo de Guardias de la Revolución Islámica de Irán (CGRI) confirmó este domingo en un comunicado que fue suyo el ataque que esta madrug...
El Cuerpo de Guardias de la Revolución Islámica de Irán (CGRI) confirmó este domingo en un comunicado que fue suyo el ataque que esta madrugada destruyó lo que llamó centros israelíes en Erbil con misiles guiados con precisión.
El portavoz de una división del norte de Al-Hashd al-Shabi del CGRI, Ali al-Husseini, dijo en una entrevista este domingo que "el ataque con misiles en Erbil fue una respuesta natural de la República Islámica de Irán, en la que dos miembros de su cuerpo fue martirizado en Siria".
El miércoles temprano, el CGRI había prometido "vengar el martirio de dos de sus asesores a manos del régimen israelí" durante un ataque reciente en el campo de la capital siria, Damasco. Se trata de los coroneles Ehsan Karbalaipour y Morteza Saeidnejad.
Según Al-Husseini Israel atacó a los comandantes de la Guardia Revolucionaria en un país donde estaban oficialmente presentes a pedido de Siria y, en ese sentido, confirmó un comunicado anterior del propio cuerpo, el cual decía:
"Tras los recientes crímenes del falso régimen sionista y el anuncio previo de que los crímenes y maldades de este infame régimen no quedarán sin respuesta, el centro estratégico para la conspiración y el mal de los sionistas fue blanco de poderosos y precisos misiles de los Guardias de la Revolución Islámica".
De acuerdo al CGRI, "lo que sucedió en Erbil, fue una respuesta al centro de la presencia estadounidense o extranjera, y tienen derecho a responder a Israel en cualquier lugar".
El jueves, la misión permanente de Irán ante las Naciones Unidas había escrito al secretario general de la ONU y al Consejo de Seguridad, diciendo que Teherán "se reserva su derecho inherente a la autodefensa, según el Artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas, para responder a tal acto criminal siempre que estime conveniente”.
Los medios iraquíes y las fuentes militares habían informado más temprano que misiles balísticos habrían alcanzado las bases pertenecientes a la agencia de espionaje Mossad de Israel en la región semiautónoma de Kurdistán en Irak, matando a varios oficiales del Mossad.
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